Roturas de cristales y espejos en el seguro de comunidades

En la cobertura de roturas de cristales y espejos en el seguro de comunidades, se define roturas de cristales y espejos a la fractura total de un bien (cristales o espejos) asegurado instalado en las dependencias comunes del edificio que lo haga inservible para su uso. Estando cubierto los gastos que conllevan la reparación o sustitución por la rotura de bienes adecuadamente instalados que constituyan parte del uso frecuente de la residencia.

Es importante resaltar que mediante esta garantía se cubren los deterioros que, por rotura, sufran los bienes asegurados, diferenciando las aseguradoras aquellos elementos que afectan al continente y al contenido. Evidentemente, la no contratación de alguno de estos elementos conllevará la no cobertura del mismo, esto quiere decir, que si no está contratado, por ejemplo, el continente no se podrá reclamar la rotura de uno de sus componentes.

Diferenciamos entre dos tipos de cristales:

• Cristales fijos del continente: ventanas, acristalamientos, metacrilatos y lunas planas fijas, asimismo como los cristales instalados en las puertas interiores de la residencia o la porcelana sanitaria.
• Cristales del contenido: mármoles y granitos, espejos, y cristales de la placa vitrocerámica.

Qué cubre la cobertura de roturas de cristales y espejos en el seguro de comunidad:

• Metacrilatos y materiales similares.
• Cristales en puertas, ventanas, espejos, etc.
• Cerámica sanitaria de lavabos, inodoros, platos de duchas, bañeras, fregaderos, etc.
• Cristales de placas solares.

Excepciones de la cobertura de roturas de cristales y espejos en el seguro de comunidad:

• Deterioros de superficie que no formen fragmentación o resquebrajamiento.
• Rotura de recipientes, cristalerías, peceras, vajillas, menaje en general, objetos de adorno y objetos de mano, etc.
• Perjuicios acontecidos durante la ejecución de obras o trabajos de decoración o reparación.
• Rotura de cristales que necesiten soporte o sin instalación fija.
• Rotura de pantallas, marcos, muebles que sujeten cristales y espejos.
• Granitos, mármoles y piedras colocados en techos, paredes y suelos.
• Sustitución de grifos y accesorios que logren verse afectados como resultado de la rotura de elementos sanitarios y fregaderos.
• Mecanismos de funcionamiento de placas solares, exceptuado cuando se trate de una parte inseparable de la placa solar.

Los cristales de una residencia son uno de los elementos que más probabilidad poseen de sufrir un siniestro. Espejos que se fracturan mediante un golpe con un objeto contundente, mesas de cristal que se quiebran al sentarnos encima o ventanas que por un pelotazo brincan hechas polvos, son algunos de los ejemplos más habituales.
Ejemplos que pueden causar grandes gastos a nuestras vidas por lo que parece lógico y conveniente contratar una póliza de seguros que cubra el mayor número de eventualidades que puedan ocurrir en el domicilio.